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Imparable

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Tony Scott + Denzel Washington + Chris Pine + Un tren gigantesco descontrolado = ¿Éxito seguro?

El argumento

Cualquier otro día, un gigantesco tren con 21 vagones de productos químicos avanzando a toda velocidad sin maquinista y sin frenos de aire provocaría una catástrofe. Pero hoy no. Porque Denzel Washington  (Frank) y Chris Pine (Will Colson) avanzan con un mercancías por la misma vía pero en sentido contrario.

La crítica

Confieso que fui al cine con un poco de miedito porque no sabía con qué cara del amigo Tony Scott me iba a encontrar. La de peliculones como Dejavú, Spy Game o Enemigo Público, o la de patinazos como Pelham 1, 2, 3, Domino o el fuego de la venganza. Afortunadamente, el señor Scott prefirió mostrarnos su mejor cara con un peliculón de catástrofes de esos que tanto nos gustan. Siempre habrá algunos que dirán que mira, que ya hay muchas películas iguales, que no aporta nada y que bla bla bla, y yo digo que veo al menos un partido de fútbol cada semana, que efectivamente son todos más o menos iguales, pero que me pirro por un buen partido del Madrid y en este caso pues me pasa más o menos lo mismo.

Y es que el señor Scott sabe en este caso meternos en situación, vaya que sí. Primero con los trenes, gigantescos, rápidos, ruidosos, sin efectos especiales, lo que dota a la película de un gran realismo. Alrededor de nuestro protagonista principal, el 777, de un color rojo demoníaco,  nuestro director se rodea de unos preciosos exteriores, jugando con los contrastes de bellos parajes por los que circulan dichos trenes, con escenarios industriales grandes, sucios, que crean el ambiente perfecto. Seguimos para bingo. El director introduce además el factor medios informativos, con presentadores, helicópteros, breaking news, las noticias como espectáculo made in fox, lo que consigue engancharnos más todavía y aumentar nuestro sobrecogimiento. Y para finalizar, la firma de la casa, el uso de la cámara de la que hace gala el director. Si bien en algunas cintas del mismo de las que he hablado líneas atrás, el manejo videoclipero de la cámara nos produce sensación de mareo y nos saca de la película, en esta cinta de nuevo el señor Scott nos muestra su mejor versión, la de Dejavú o Spy Game, ofreciéndonos magistrales secuencias del tren que consiguen que el espectador sienta que la locomotora está dentro de la propia sala de cine.

Y es que sin duda el tren es el gran protagonista de la cinta, eclipsando el trabajo de los actores, que se pierden un poco entre tanto espectáculo visual. Denzel (American Ganster) nos ofrece su rostro habitual, correcto, expresivo, pero en este caso sin poder desplegar todo su talento ya que aparece constantemente encerrado en la cabina del maquinista. Y Chris Pine (Star Trek) pues más de lo mismo, eso sí, luciendo un poco de palmito y con alguna escena de acción más y es que este chico sigue creciendo dentro del género y me da que vamos a tener Chris Pine para rato.

Para finalizar, y por poner algún pero, en este caso me quedo con la música, que pasa un poco desapercibida, con lo que suele ayudar la música en este tipo de cintas. Todavía resuena en mi cabeza el tema principal de Speed… Hay una bomba en este autobús!!

El resultado

Ya que me he alargado un poco, permítanme que resuma con un juego de palabras… IMPAGABLE.

1 comentario

tito -

Espectacular comentario , concuerdo plenamente con lo que expresas